Ayer, algorísticamente (si, es la forma de fluir en el mundo virtual, una combinación de holística, algoritmos y libre albedrío, es decir guatever) terminé viendo “La Barricada” de Maria Galindo con Jorge Richter, me tragué las dos horas y media, bastante entretenido por la dinámica que María le imprime en general, pero Richter en realidad, no me gustó.
Encontré a Richter, dentro de toda su calma, condescendiente, todo el tiempo tratando de “decirle” a María cómo debe entender o ver las cosas, incapaz de autocrítica, en un paternalismo diría, hasta, machirulo, pero quizá el momento que me llamó más la atención fué cuando acusa (sugiere?) a María ser de derecha, si fué su manera de “devolver” la acusación inicial de María hacia él, no podría decirlo, pero puedo decir que su forma de hacerlo me dejó con mal sabor.
Al verse interpelado sobre la narrativa que no logra imponer a María, y vaya que lo intenta, finalmente revienta y la acusa acusa; no veo que María le tire mucha bola sinceramente, pero cuando ví eso, pensé, que triste, podía cambiarse el término “derecha” por: hereje, comunista, anarquista, etc. a lo que María hubiera festejado, pero lo pongo en evidencia porque, sinceramente, aferrarse a esa falsa dicotomía para señalar a alguien, es bien fachito, y bueh, tenía otra expectativa supongo.
La cosa es que para seguir con la racha de algorística vi la entrevista de María con Carlos Mesa del 2018, PERO QUÉ CARÁJOS!!! alguna vez escuché a María decir que no tiene una bola de cristal, pero comienzo a creer que quizá si tiene un ovario de cristal o algo así, y para Mesa volver a ver esa entrevista debe ser una verdadera lección de historia, moral, política, etc., bien jodido che…
Casi casi, de principio a fin, cada una de las observaciones de María terminan siendo de alguna manera validadas históricamente, y tristemente para Carlos, cada uno de los contraargumentos suyos, terminaron probándose errados, entre no sé, una mezcla de ingenuidad? soberbia? negacionismo?, complicado sinceramente, incluso lancé un par de carcajadas ante algunas de sus respuestas, pero es fácil ponerme en esa posición desde mi silla viendo shutuv más de tres años después.
Traté de leer cómo es que Mesa posiblemente estaba encarando lo que se venía, no políticamente porque eso es lo que ya vimos todos, sinó emocionalmente, y de nuevo, lo encontré con sabor a ingenuidad, lo que no existe en política, por lo que debería leerlo de otra manera, quizá, autoengaño, pero yo qué sé.
María también era otra, siendo la misma, hace tres años, mucha agua ha pasado bajo el puente en este tiempo y no se si su ovario de cristal lograse ver una pandemia y algunos otros temas que acontecieron y vienen aconteciendo, por lo que seguramente, también sus procesos deben estar con algunas revisiones, como los de todes para eso.
En fin, dejo el videito de Maria con Carlos para su entretenimiento, morbo y asombro.